Los Hongos se reproducen sobre todo por medio de esporas, las cuales se dispersan en un estado latente, que se interrumpe sólo cuando se hallan en condiciones favorables para su germinación. Cuando estas condiciones se dan, la espora germina, surgiendo de ella una primera hifa por cuya extensión y ramificación se va construyendo un micelio.
La velocidad de crecimiento de las hifas de un hongo es verdaderamente rápida en un hongo puede llegar hasta los 5 mm por minuto. Se puede decir, sin exagerar, que algunos hongos se pueden ver crecer bajo los propios ojos.
Una ventaja muy importante de este tipo de reproducciones es que la formación de esporas incrementa la capacidad de supervivencia de las células procariotas.
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